Los estadounidenses tienen una frase muy bonita: There´s no "I" in teamwork. La mejor traducción que le encuentro es "en un equipo, no existe el yo". En dos platos: un equipo no puede ser un equipo, si sus integrantes no se olvidan de su beneficio personal.
Los estadounidenses también tienen otra frase muy bonita: bullshit. Y es que lo anterior, es bullshit. Un equipo no puede existir si sus integrantes se olvidan de su beneficio personal.
El otro día estaba leyendo el blog de Steve Roesler, donde expone un punto de vista muy bueno en torno a todo este cliché de los equipos y el bien colectivo. Erróneamente se nos ha educado para creer que trabajar en equipo significa renunciar a ser individuo, y que el mejor equipo es aquél donde todos se funden en un colectivo amorfo, que trabaja ciegamente por "el objetivo común".
En realidad en un buen equipo, existe un equilibro entre el interés personal y el interés colectivo. La gente trabaja en conjunto para lograr algo, porque saben que al final habrá un beneficio personal para ellos. Ese beneficio puede ser una bonificación económica, mayor protagonismo dentro de la empresa, experiencia profesional adquirida, etc.
Para liderar un equipo que realmente funcione, hay que saber qué quiere cada integrante. Y eso significa buscarlos individualmente para enterarse. Luego hay que buscar la manera de acomodar las cosas para que cada quien obtenga, dentro de lo posible, lo que quiere. Y es hasta ese momento en que los equipos realmente empiezan a funcionar como equipos, y no simplemente como grupos de personas juntadas.
Cuando se le quita ese componente de beneficio personal a los equipos, empiezan a renquear. Y entonces vienen los problemas de que se logran objetivos de forma mediocre, de mala calidad del trabajo, de rencillas personales que no hay forma de solucionar, etc. etc etc. Por qué sucede? Porque de repente la ecuación se convierte en "estoy trabajando, por un objetivo que no me interesa, y que al final no me va a traer beneficio directo a mí"
Por supuesto siempre existe la excepción a la regla, donde el proyecto es tan interesante para todos, que el equipo funciona con solo eso. Pero, esa es la excepción y no la regla. En el 95% de los casos restantes, vamos a tener que darle algo a cada quien para que el equipo funcione.
No hay nada malo en analizar el beneficio individual en los equipos, antes de ver el objetivo colectivo. La próxima vez que tengan que coordinar un trabajo en equipo, interésense por ver qué quiere cada persona como recompensa por un trabajo bien hecho, y ofrénzcanles esa recompensa. Van a ver como ese pequeño detalle hace la diferencia.
miércoles, 27 de agosto de 2008
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2 comentarios:
Hay que "alinear" algún objetivo personal al objetivo común...
Por algo en todo ganan, por su disciplina, antes de mover un pie piden permiso al del compañero de la par..
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