Durante las últimas semanas he recibido varios correos de personas interesadas en obtener una copia de la base de Microsoft access con la cual manejo los pendientes. Y a pesar de que no veo mayor problema en repartir copias a diestra y siniestra del programa, sí he notado que en este momento la base de datos está obsoleta para efectos prácticos. Por qué? Porque resulta que todo lo que hace, lo puede hacer Remember the Milk igual de bien, y además Remember the Milk es una aplicación en línea y accesible desde cualquier computadora que tenga internet, algo que no se puede decir acerca del programa de Access.
Así que para todos los que no buscando un buen manejador dependiente, le recomiendo que le echen un vistazo a Remember the Milk. Estoy seguro que no se van a arrepentir.
lunes, 24 de mayo de 2010
lunes, 10 de mayo de 2010
Remember the Milk
Como muchos que leen este sitio ya se habrán dado cuenta, a mí me gustan las listas como instrumento de organización, planeamiento, y productividad. Me parece que simplemente no hay una forma más simple, rápida, y efectiva de manejar toda la información con la que nos enfrentamos a diario y que tenemos que traducir en productos que alguien está esperando.
Y entre las herramientas que he encontrado y que más me han gustado para este fin, está el sitio Remember the Milk. Es básicamente un manejador de listas en Internet, cuyo único fin es permitirle a uno hacer listas rápidamente y organizarse desde cualquier parte del planeta.
Remember the Milk tiene un funcionamiento que va muy bien con los sistemas GTD, permitiéndole uno asignar diferentes contextos a las actividades y clasificarlas por categorías para que sea más fácil encontrarlas en el momento correcto. Adicionalmente, tiene una opción que me gusta bastante que es que permite crear nuevos ítemes en las listas desde correo electrónico. Esto significa que no importa a donde esté uno, en el momento en el que surge una idea inmediatamente puede ir a la bandeja de entrada de Remember The Milk para ser procesado posteriormente.
Evidentemente, el sistema también permite dejar recordatorios que luego le llegan a uno por correo electrónico. Tiene la capacidad de sincronizarse con otros sistemas de agenda y productividad (por ejemplo los de Blackberry y Windows Mobile), e incluso se pueden compartir listas de pendientes con otras personas.
Si andan buscando un sistema de manejar listas de pendientes que sea rápido y fácil de usar y que además puedan accesar los de cualquier parte del planeta, le recomiendo que le echen un vistazo a Remember the Milk.
Y entre las herramientas que he encontrado y que más me han gustado para este fin, está el sitio Remember the Milk. Es básicamente un manejador de listas en Internet, cuyo único fin es permitirle a uno hacer listas rápidamente y organizarse desde cualquier parte del planeta.
Remember the Milk tiene un funcionamiento que va muy bien con los sistemas GTD, permitiéndole uno asignar diferentes contextos a las actividades y clasificarlas por categorías para que sea más fácil encontrarlas en el momento correcto. Adicionalmente, tiene una opción que me gusta bastante que es que permite crear nuevos ítemes en las listas desde correo electrónico. Esto significa que no importa a donde esté uno, en el momento en el que surge una idea inmediatamente puede ir a la bandeja de entrada de Remember The Milk para ser procesado posteriormente.
Evidentemente, el sistema también permite dejar recordatorios que luego le llegan a uno por correo electrónico. Tiene la capacidad de sincronizarse con otros sistemas de agenda y productividad (por ejemplo los de Blackberry y Windows Mobile), e incluso se pueden compartir listas de pendientes con otras personas.
Si andan buscando un sistema de manejar listas de pendientes que sea rápido y fácil de usar y que además puedan accesar los de cualquier parte del planeta, le recomiendo que le echen un vistazo a Remember the Milk.
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martes, 6 de abril de 2010
Protector solar
Mary Schmich
Chicago Tribune, 1997
Si les pudiera dar a las nuevas generaciones un consejo para el futuro, sería usar protector solar. Los beneficios del protector solar han sido probados por la ciencia. El resto de mis consejos desafortunadamente no tienen una base tan sólida. Les daré algunos de ellos a continuación.
Disfruten del poder y belleza de su juventud. Bueno, si quieren. Probablemente no entiendan el poder y belleza de su juventud, y no los entenderán hasta que ya no los tengan. Pero en 20 años, créanme, verán sus fotografías y se asombrarán de cuántas posibilidades tenían frente a ustedes, y de lo fabulosos que se veían. No son tan gordos como se imaginan.
No se preocupen por el futuro, o preocúpense... sabiendo que preocuparse es tan efectivo como mascar chicle y esperar que ello resuelva una ecuación matemática. Los verdaderos problemas en la vida son cosas que nunca nos pasaron por la mente, ese tipo de cosas que se brincan un alto un martes a las 4 pm.
Todos los días, hagan algo que les dé miedo.
Canten.
No sean descuidados con los corazones de los demás. No dejen que los demás sean descuidados con el suyo.
Usen hilo dental.
No desperdicien su tiempo envidiando. A veces uno está adelante, otras veces atrás. La carrera es larga, y al final verán que el único corredor es uno.
Recuerden los halagos, olviden los insultos. Y si logran hacerlo, cuéntenme cómo se hace.
Conserven sus cartas de amor. Boten sus estados de cuenta bancarios.
Estírense.
No se sientan culpables si no saben qué hacer con sus vidas. Las personas interesantes que conozco no sabían qué hacer con sus vidas cuando tenían 22 años. Y algunos de los más interesantes tienen 40 años y todavía no lo saben.
Consuman mucho calcio. Traten bien a sus rodillas. Las extrañarán cuando ya no estén.
Talvez se casen, talvez no. Talvez tendrán hijos, talvez no. Talvez se divorciarán a los 40 años, talvez bailarán para celebrar su aniversario 75. Sea lo que sea que hagan, no se feliciten demasiado, ni se culpen demasiado. La mitad de sus éxitos, y la mitad de los de los demás, es pura suerte.
Disfruten de su cuerpo, y úsenlo en todas las formas posible. No le teman, ni le hagan caso a lo que los demás piensan de él. Es el instrumento más valioso que tendrán en su vida.
Bailen, aunque sea en la sala de sus casas.
Lean las instrucciones. Aunque no las sigan.
No lean revistas de belleza, porque se sentirán feos.
Conozcan a sus padres, nunca se sabe cuándo ya no estarán. Sean buenos con sus hermanos, son el mejor contacto con su pasado, y la gente que los acompañará en el futuro.
Entiendan que los amigos vienen y van, pero hay unos pocos que hay que conservar. Esfuérzense por cerrar las brechas, porque entre más viejos sean, más se darán cuenta de que ocupan a todos esos personajes que conocían cuando eran jóvenes.
Vivan en Nueva York una vez, pero váyanse antes de volverse insensibles. Vivan en California una vez, pero váyanse antes de volverse perezosos. Viajen.
Acepten esas verdades ineludibles: los precios subirán, los políticos robarán. Ustedes también se volverán viejos. Y cuando sean viejos, se quejarán de que en sus días los precios eran bajos, los políticos honestos, y los jóvenes respetaban a sus mayores.
Respeten a sus mayores.
No esperen que alguien los mantenga. Puede que tengan una cuenta de ahorros, puede que tengan un esposo con dinero. Y nunca se sabe qué día alguno de los dos desaparecerá.
No abusen de su pelo, o cuando tengan 40 años se verá como si tuvieran 85.
Tengan cuidado con los consejos que toman, y tengan paciencia con los que los dan. Dar consejos es una forma de nostalgia, y nos permite sacar recuerdos de la basura, pintar sobre las partes feas, y reciclarlos por más de lo que valen.
Pero, ante todo, créanme: usen protector solar.
Chicago Tribune, 1997
Si les pudiera dar a las nuevas generaciones un consejo para el futuro, sería usar protector solar. Los beneficios del protector solar han sido probados por la ciencia. El resto de mis consejos desafortunadamente no tienen una base tan sólida. Les daré algunos de ellos a continuación.
Disfruten del poder y belleza de su juventud. Bueno, si quieren. Probablemente no entiendan el poder y belleza de su juventud, y no los entenderán hasta que ya no los tengan. Pero en 20 años, créanme, verán sus fotografías y se asombrarán de cuántas posibilidades tenían frente a ustedes, y de lo fabulosos que se veían. No son tan gordos como se imaginan.
No se preocupen por el futuro, o preocúpense... sabiendo que preocuparse es tan efectivo como mascar chicle y esperar que ello resuelva una ecuación matemática. Los verdaderos problemas en la vida son cosas que nunca nos pasaron por la mente, ese tipo de cosas que se brincan un alto un martes a las 4 pm.
Todos los días, hagan algo que les dé miedo.
Canten.
No sean descuidados con los corazones de los demás. No dejen que los demás sean descuidados con el suyo.
Usen hilo dental.
No desperdicien su tiempo envidiando. A veces uno está adelante, otras veces atrás. La carrera es larga, y al final verán que el único corredor es uno.
Recuerden los halagos, olviden los insultos. Y si logran hacerlo, cuéntenme cómo se hace.
Conserven sus cartas de amor. Boten sus estados de cuenta bancarios.
Estírense.
No se sientan culpables si no saben qué hacer con sus vidas. Las personas interesantes que conozco no sabían qué hacer con sus vidas cuando tenían 22 años. Y algunos de los más interesantes tienen 40 años y todavía no lo saben.
Consuman mucho calcio. Traten bien a sus rodillas. Las extrañarán cuando ya no estén.
Talvez se casen, talvez no. Talvez tendrán hijos, talvez no. Talvez se divorciarán a los 40 años, talvez bailarán para celebrar su aniversario 75. Sea lo que sea que hagan, no se feliciten demasiado, ni se culpen demasiado. La mitad de sus éxitos, y la mitad de los de los demás, es pura suerte.
Disfruten de su cuerpo, y úsenlo en todas las formas posible. No le teman, ni le hagan caso a lo que los demás piensan de él. Es el instrumento más valioso que tendrán en su vida.
Bailen, aunque sea en la sala de sus casas.
Lean las instrucciones. Aunque no las sigan.
No lean revistas de belleza, porque se sentirán feos.
Conozcan a sus padres, nunca se sabe cuándo ya no estarán. Sean buenos con sus hermanos, son el mejor contacto con su pasado, y la gente que los acompañará en el futuro.
Entiendan que los amigos vienen y van, pero hay unos pocos que hay que conservar. Esfuérzense por cerrar las brechas, porque entre más viejos sean, más se darán cuenta de que ocupan a todos esos personajes que conocían cuando eran jóvenes.
Vivan en Nueva York una vez, pero váyanse antes de volverse insensibles. Vivan en California una vez, pero váyanse antes de volverse perezosos. Viajen.
Acepten esas verdades ineludibles: los precios subirán, los políticos robarán. Ustedes también se volverán viejos. Y cuando sean viejos, se quejarán de que en sus días los precios eran bajos, los políticos honestos, y los jóvenes respetaban a sus mayores.
Respeten a sus mayores.
No esperen que alguien los mantenga. Puede que tengan una cuenta de ahorros, puede que tengan un esposo con dinero. Y nunca se sabe qué día alguno de los dos desaparecerá.
No abusen de su pelo, o cuando tengan 40 años se verá como si tuvieran 85.
Tengan cuidado con los consejos que toman, y tengan paciencia con los que los dan. Dar consejos es una forma de nostalgia, y nos permite sacar recuerdos de la basura, pintar sobre las partes feas, y reciclarlos por más de lo que valen.
Pero, ante todo, créanme: usen protector solar.
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viernes, 26 de febrero de 2010
Ley de Tránsito: valen todas las multas, digan lo que digan
Entre hoy y ayer ha habido todo un desmadre por la nueva Ley de Tránsito #NLT
Los periodistas contradicen al MOPT, el MOPT corrige a los periodistas, los especialistas dicen una cosa, los tráficos otra.
Digan lo que digan, lo único seguro por el momento es que la Ley fue publicada entera en el Alcance a La Gaceta del 23 de diciembre del 2008. Y por ende, rige completa.
Es discreción de cada oficial si multa o no por cinturones, sillas de bebé, extintores, botiquines, celulares o herramientas. Si no lo hace, pues, parte sin novedad. Y si lo hace, la Ley lo respalda.
No importa lo que diga el MOPT o Germán Marín, ellos no están por encima de la Ley.
Así que este fin de semana, a hacer conciencia de los hábitos de manejo, a estudiar la Ley, y a equipar el carro. Porque hecho el parte, nadie nos va a salvar de nada.
En guerra avisada, no muere soldado.
Los periodistas contradicen al MOPT, el MOPT corrige a los periodistas, los especialistas dicen una cosa, los tráficos otra.
Digan lo que digan, lo único seguro por el momento es que la Ley fue publicada entera en el Alcance a La Gaceta del 23 de diciembre del 2008. Y por ende, rige completa.
Es discreción de cada oficial si multa o no por cinturones, sillas de bebé, extintores, botiquines, celulares o herramientas. Si no lo hace, pues, parte sin novedad. Y si lo hace, la Ley lo respalda.
No importa lo que diga el MOPT o Germán Marín, ellos no están por encima de la Ley.
Así que este fin de semana, a hacer conciencia de los hábitos de manejo, a estudiar la Ley, y a equipar el carro. Porque hecho el parte, nadie nos va a salvar de nada.
En guerra avisada, no muere soldado.
domingo, 21 de febrero de 2010
Cárcel para los borrachos al volante?
Cómo es que de repente el ir borracho al volante pasó de ser un pecado mortal a ser una ofensa menor, cuyo castigo tiene que ser una palmadita en la mano y que le digan a uno "no lo vuelva a hacer"?
El año pasado cuando entró a escena la nueva Ley de Tránsito el ir borracho al volante era inaceptable. Casi que un crimen: digno de multas, suspensión de la licencia y meses de cárcel o servicio obligado a la comunidad. Y con buena razón: no hay ni que empezar a referirse a los cientos de accidentes, muchos graves, ocasionados en este país por gente tras el volante, pasada de tragos. Ya los costarricenses estábamos cansados, y queríamos una solución definitiva y real al problema.
Ahora parece que todo eso cambió. Y los diputados alegremente están recetando rebajos en multas, cambios en el texto de la ley, y lo más serio de todo: perdón para los conductores borrachos. Ahora resulta que ya no va a ser un delito pagado con cárcel el andar borracho tras el volante, por lo menos no la primera vez.
Qué cambió respecto al año pasado? No mucho. Los borrachos tras el volante siguen siendo un peligro. Siguen generando accidentes. Siguen agarrándolos en hordas cuando hacen retenes de tránsito. Pero ahora curiosamente tienen el beneplácito de muchos diputados para seguir en su fiesta y en su irresponsabilidad.
Por un minuto, en la Asamblea deberían olvidarse de todo lo que se está diciendo en torno a esta Ley y preguntarse: qué es lo que estamos tratando de hacer? La respuesta: estamos tratando de evitar que más gente muera en carretera, a raíz de irresponsables que toman el volante pasados de tragos. Estamos tratando de hacer que la gente entienda que viajar a 90 kph dentro de 2 toneladas de acero es algo serio, y cuando uno está inhabilitado mentalmente para hacerlo no es simplemente de decir "macho que se respeta" y ver qué pasa.
Y bajo esa óptica, a los borrachos que conducen no se les puede estar perdonando. Ni siquiera por ser la primera vez. Porque esa "primera vez" puede significar que alguien pierda la vida. Aquí no pueden haber cuentos de reincidencias, ni razonamientos de en qué punto un borracho deja de "estar bien" para manejar.
Ya la gente habló. No queremos borrachos tras el volante. No queremos gente que tome y maneje. Para eso existen los taxis, los choferes designados, los choferes de alquiler. No hay mas vueltas que darle al asunto: el que toma, no puede manejar, y punto. Y si se va de necio a poner en peligro su vida y la de los demás, tiene que ir a dar a la cárcel, a donde no pueda lograr su objetivo.
El año pasado cuando entró a escena la nueva Ley de Tránsito el ir borracho al volante era inaceptable. Casi que un crimen: digno de multas, suspensión de la licencia y meses de cárcel o servicio obligado a la comunidad. Y con buena razón: no hay ni que empezar a referirse a los cientos de accidentes, muchos graves, ocasionados en este país por gente tras el volante, pasada de tragos. Ya los costarricenses estábamos cansados, y queríamos una solución definitiva y real al problema.
Ahora parece que todo eso cambió. Y los diputados alegremente están recetando rebajos en multas, cambios en el texto de la ley, y lo más serio de todo: perdón para los conductores borrachos. Ahora resulta que ya no va a ser un delito pagado con cárcel el andar borracho tras el volante, por lo menos no la primera vez.
Qué cambió respecto al año pasado? No mucho. Los borrachos tras el volante siguen siendo un peligro. Siguen generando accidentes. Siguen agarrándolos en hordas cuando hacen retenes de tránsito. Pero ahora curiosamente tienen el beneplácito de muchos diputados para seguir en su fiesta y en su irresponsabilidad.
Por un minuto, en la Asamblea deberían olvidarse de todo lo que se está diciendo en torno a esta Ley y preguntarse: qué es lo que estamos tratando de hacer? La respuesta: estamos tratando de evitar que más gente muera en carretera, a raíz de irresponsables que toman el volante pasados de tragos. Estamos tratando de hacer que la gente entienda que viajar a 90 kph dentro de 2 toneladas de acero es algo serio, y cuando uno está inhabilitado mentalmente para hacerlo no es simplemente de decir "macho que se respeta" y ver qué pasa.
Y bajo esa óptica, a los borrachos que conducen no se les puede estar perdonando. Ni siquiera por ser la primera vez. Porque esa "primera vez" puede significar que alguien pierda la vida. Aquí no pueden haber cuentos de reincidencias, ni razonamientos de en qué punto un borracho deja de "estar bien" para manejar.
Ya la gente habló. No queremos borrachos tras el volante. No queremos gente que tome y maneje. Para eso existen los taxis, los choferes designados, los choferes de alquiler. No hay mas vueltas que darle al asunto: el que toma, no puede manejar, y punto. Y si se va de necio a poner en peligro su vida y la de los demás, tiene que ir a dar a la cárcel, a donde no pueda lograr su objetivo.
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lunes, 15 de febrero de 2010
Cuánto vale el tiempo libre?
"Mae, pero si es buen negocio. Por escuchar una charla le regalan el tour, la entrada y el desayuno. Es buen toque para cuando uno va de vacaciones"
Me imagino que más de uno ya sabrá de lo que estoy hablando. Si, de esa catastrófica industria de los tiempos compartidos, que aparecen de la nada cuando uno decide irse de viaje y ofrecen cielo y tierra, si tan solo "nos regala una hora de su tiempo".
Por lo menos es la tercera vez que escucho a alguien contarme de ese gran negocio. Van a irse de viaje e invertir una mañana en una "charla" a cambio de que le regalen tiquetes para las atracciones locales, y así se ahorran "un platal". Y todos dicen lo mismo: el juego es muy fácil, uno va, se sienta, y simplemente dice que no a todo, hasta que después de 5 horas se cansen y le den a uno los tiquetes.
Interesante noción la que se tiene la gente del tiempo libre, la noción tradicional de que ese tiempo no vale nada, y si se puede "poner a producir algo", mejor. Como se habrán podido imaginar, la noción tradicional está incorrecta, y en realidad el tiempo libre es el tiempo más valioso que existe.
Por qué? Porque resulta que el tiempo libre le pertenece a uno, y las únicas reglas que lo rigen son las que uno decida. En el otro caso, el tiempo pertenece a la empresa o al cliente, y uno está sujeto a lo que determinen ellos que tiene que hacerse con ese tiempo.
Tras de eso, el tiempo libre es recurso escaso. Menos de un 30% de nuestro tiempo es realmente nuestro. Y los bienen escasos, por supuesto, valen más por ser pocos. De hecho la sociedad valora el tiempo libre en un precio mayor al del tiempo laboral. De un 50% a un 100% más caro es lo que dicen las leyes.
Por lo cual, bajo esa perspectiva, estas "conferencias premiadas" son muy mal negocio. Nos quitan tres, cuatro y a veces hasta 6 horas de nuestro tiempo más valioso, y a cambio nos dan premios que valen una fracción de nuestro tiempo libre.
O si quieren verlo de otra manera, hagan un cálculo simple. Si ustedes gastan $3.000 en irse 5 días a pasear, y duermen 8 horas diarias, eso los deja con 80 horas. En otras palabras cada hora despiertos, les cuesta $38. Si dedican 4 horas a escuchar a un vendedor, acaban de invertir $150... y a cambio les dan tiquetes valorados en más de .... $40?
Qué era lo que decían del negociazo de ir a escuchar la charla?
Me imagino que más de uno ya sabrá de lo que estoy hablando. Si, de esa catastrófica industria de los tiempos compartidos, que aparecen de la nada cuando uno decide irse de viaje y ofrecen cielo y tierra, si tan solo "nos regala una hora de su tiempo".
Por lo menos es la tercera vez que escucho a alguien contarme de ese gran negocio. Van a irse de viaje e invertir una mañana en una "charla" a cambio de que le regalen tiquetes para las atracciones locales, y así se ahorran "un platal". Y todos dicen lo mismo: el juego es muy fácil, uno va, se sienta, y simplemente dice que no a todo, hasta que después de 5 horas se cansen y le den a uno los tiquetes.
Interesante noción la que se tiene la gente del tiempo libre, la noción tradicional de que ese tiempo no vale nada, y si se puede "poner a producir algo", mejor. Como se habrán podido imaginar, la noción tradicional está incorrecta, y en realidad el tiempo libre es el tiempo más valioso que existe.
Por qué? Porque resulta que el tiempo libre le pertenece a uno, y las únicas reglas que lo rigen son las que uno decida. En el otro caso, el tiempo pertenece a la empresa o al cliente, y uno está sujeto a lo que determinen ellos que tiene que hacerse con ese tiempo.
Tras de eso, el tiempo libre es recurso escaso. Menos de un 30% de nuestro tiempo es realmente nuestro. Y los bienen escasos, por supuesto, valen más por ser pocos. De hecho la sociedad valora el tiempo libre en un precio mayor al del tiempo laboral. De un 50% a un 100% más caro es lo que dicen las leyes.
Por lo cual, bajo esa perspectiva, estas "conferencias premiadas" son muy mal negocio. Nos quitan tres, cuatro y a veces hasta 6 horas de nuestro tiempo más valioso, y a cambio nos dan premios que valen una fracción de nuestro tiempo libre.
O si quieren verlo de otra manera, hagan un cálculo simple. Si ustedes gastan $3.000 en irse 5 días a pasear, y duermen 8 horas diarias, eso los deja con 80 horas. En otras palabras cada hora despiertos, les cuesta $38. Si dedican 4 horas a escuchar a un vendedor, acaban de invertir $150... y a cambio les dan tiquetes valorados en más de .... $40?
Qué era lo que decían del negociazo de ir a escuchar la charla?
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viernes, 12 de febrero de 2010
Están muertas las horas extra?
En el mundo actual, muchas cosas han cambiado. Vivimos en un ambiente laboral que ni remotamente se asemeja al que vivieron las generaciones anteriores. Los negocios han cambiado de nombre, de reglas, y de personajes.
Y reflexionando al respecto, he llegado a una idea interesante. En el mundo moderno, las horas extra están destinadas a morir.
Llevo muchos años de estar trabajando, y no puedo recordar una vez que haya recibido un cheque que incluyera "tiempo extra", "fines de semana", o "feriados dobles". Y tampoco es que he trabajado fabricando zapatos en Asia, he trabajado como cualquier otro tico en empresas comunes y corrientes. Solo que en ninguna parte ha existido política de horas extra. De hecho, no ha existido política de horas del todo. Salvo el contrato tácito de horarios que hace uno siempre.
Supongo que será otra consecuencia interesante de la "industria del conocimiento". En esta industria el tiempo no se valora como tal, sino que el valor es en función de lo que finalmente se produce. Más bien el invertir un montón de horas no necesariametne es señal de un trabajador muy esforzado y dedicado, sino generalmente es señal de un trabajador ineficiente, que ocupa capacitación para usar mejor sus destrezas.
Ese es el mundo hacia el que vamos, un mundo donde las horas invertidas serán irrelevantes. Y donde eventualmente los horarios también lo van a ser. Y si no me creen, vean a las nuevas generaciones, para las que horas trabajo y vida personal coexisten pacíficamente, sin que haya un límite claro entre uno y el otro.
Es bueno o malo? Yo pienso que, al fin y al cabo, es bueno. Si, eventualmente vamos a salir por dentro con el tiempo extra, pero al mismo tiempo se nos va a compensar con horarios más flexibles y más tiempo para invertir en lo que nos interesa, y en donde nos interese. Probablemente a las generaciones de la posguerra les aterrorice el concepto de no estar atados rígidamente a leyes blanco y negro, pero para los que ya aprendimos a lidiar con eso, no hay nada como la "nueva industria" de la información y el conocimiento.
Eso sí, hay que aprender a administrar el tiempo muy bien. Porque en esta industria, las horas extras no se pagan.
Y reflexionando al respecto, he llegado a una idea interesante. En el mundo moderno, las horas extra están destinadas a morir.
Llevo muchos años de estar trabajando, y no puedo recordar una vez que haya recibido un cheque que incluyera "tiempo extra", "fines de semana", o "feriados dobles". Y tampoco es que he trabajado fabricando zapatos en Asia, he trabajado como cualquier otro tico en empresas comunes y corrientes. Solo que en ninguna parte ha existido política de horas extra. De hecho, no ha existido política de horas del todo. Salvo el contrato tácito de horarios que hace uno siempre.
Supongo que será otra consecuencia interesante de la "industria del conocimiento". En esta industria el tiempo no se valora como tal, sino que el valor es en función de lo que finalmente se produce. Más bien el invertir un montón de horas no necesariametne es señal de un trabajador muy esforzado y dedicado, sino generalmente es señal de un trabajador ineficiente, que ocupa capacitación para usar mejor sus destrezas.
Ese es el mundo hacia el que vamos, un mundo donde las horas invertidas serán irrelevantes. Y donde eventualmente los horarios también lo van a ser. Y si no me creen, vean a las nuevas generaciones, para las que horas trabajo y vida personal coexisten pacíficamente, sin que haya un límite claro entre uno y el otro.
Es bueno o malo? Yo pienso que, al fin y al cabo, es bueno. Si, eventualmente vamos a salir por dentro con el tiempo extra, pero al mismo tiempo se nos va a compensar con horarios más flexibles y más tiempo para invertir en lo que nos interesa, y en donde nos interese. Probablemente a las generaciones de la posguerra les aterrorice el concepto de no estar atados rígidamente a leyes blanco y negro, pero para los que ya aprendimos a lidiar con eso, no hay nada como la "nueva industria" de la información y el conocimiento.
Eso sí, hay que aprender a administrar el tiempo muy bien. Porque en esta industria, las horas extras no se pagan.
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