Alvaro Cedeño tiene hoy un comentario interesante acerca de cómo Honduras acaba de cruzar el punto de no regreso. Ese punto donde ya no es posible devolver las cosas a cómo estaban. donde ya no se puede deshacer tan fácilmente el daño hecho.
El caso de Honduras es muy particular, porque no solo el sistema político hondureño cruzó ese punto en el sentido global, sino que también a nivel personal, muchos de los personajes involucrados cruzaron su propio punto de no regreso.
A partir del momento en que los líderes del movimiento optaron por dar la orden de derrocar al gobierno, cada uno de ellos cruzó su propio punto de no regreso. Dejaron de ser políticos, ciudadanos, soldados, militares para volverse golpistas y gobernantes de facto.
Y para cada uno de ellos, ya no hay vuelta atrás. Las dos opciones son la victoria o la muerte. De ser derrotados los golpistas, la mayoría terminarían en la cárcel, sus carreras acabadas y su reputación a nivel internacional fulminada.
Esa particularidad tiene que tenerse en cuenta al buscar una solución a la crisis hondureña. Hasta el momento la línea de Manuel Zelaya ha sido una de derrotar a los golpistas: volver, y retomar el poder a la fuerza sin negociación de ningún tipo. Evidentemente, Roberto Micheletti sabe que no puede permitirlo, y ha hecho todo en su poder para mantenerlo exiliado sin posibilidad de regreso. Para Micheletti no hay vuelta atrás. Victoria o muerte.
La solución a este conflicto requerirá por fuerza una negociación, planteada en el contexto del punto de no regreso que se ha cruzado. Probablemente involucre, en el mejor de los casos, el regreso de Manuel Zelaya al poder, y el exilio de los golpistas hacia naciones donde reciban asilo y protección. Habrá que aceptar, hasta cierto punto, que salte a la luz el fantasma de la impunidad.
Pero esa última parte es fundamental. Mientras los golpistas enfrenten encarcelamiento, cargos de traición, agresión popular y política, no cederán. Porque para ellos es mejor defender su golpe a muerte, que perder todo lo que tienen.
Como dice Álvaro, una vez que se cruza el punto de no regreso, la solución al problema se vuelve extremadamente cara, o extremadamente complicada. Y eso en Honduras, hay que considerarlo, si realmente se quiere encontrar una solución a este problema.
lunes, 6 de julio de 2009
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6 comentarios:
Punto en al punto en que estamos tal parece que se tendran que acabar los cariñitos y actuar con cierta violencia....LASTIMAAA
Como le decía a unas compañeras del trabajo, eso que hicieron en Honduras fue un gravísimo error. Lamentable.
Saludos,
Lo que se debe hacer es que Manuel Zelaya no vuelva... su retorno traerá más problemas a Honduras...
Muelas, pero si Zelaya no vuelve seria como darle la bendición a Goriletti...
Mae la situaciòn sigue jalada del pelo, de acuerdo, ya no hay punto de regreso, pero se puede buscar otro punto mucho mejor en el presente para mejorar la situaciòn de ese paìs.
Salu2 de MEGAPRIMO.
Conoche: Pero por lo menos habrá paz... yo se que el golpe de estado se dio mal y es malo... pero aveces es mejor continuar hacia adelante que volver a atrás.
Recordemos que Zelaya tiene en contra el ejercito... y quién tiene las armas... tiene el poder!
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